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martes, 12 de abril de 2022

Laboratorio de pócimas mágicas

 Esta actividad se encontra encuadrada dentro de una yincana sobre Harry Potter que se ha realizado en el instituto. Se ha elaborado por los profesores Fernando Hernández Trejo y M.ª Isabel Estrada Cabezas, pertenecientes a los departamentos de Biología y Geología y Física y Química, respectivamente del IES San José.

Nada más llegar el grupo de alumnos al laboratorio de Química se les encierra y se les da una carta en la que aparecen las instrucciones para poder salir de la habitación.


 El objetivo del juego es identificar un ácido y una base a través de sus propiedades y mediante el uso de indicadores de pH para al final obtener una sal. Cuentan con la ayuda de “chuletas” que les indican los pasos a dar para poder determinar estas sustancias.
Se disponen de varios matraces con distintas mezclas y colorantes para hacer más visual en el experimento. 

 

Las disoluciones están numeradas. Entre ellas se encuentra la base y el ácido. El resto era agua con colorantes o jabón para darle la apariencias que indicaba su nombre.

Los nombres de estas disoluciones eran:
1. Saliva de Aragog.
2. Jugo pancreático
3. Lágrimas de unicornio
4. Linfa de muggle
5. Jugo gástrico de Fluffy
6. Plasma de gente de agua

El primer paso era la detección de la base. La base era una disolución diluida de una mezcla de NaOH y NaHCO3. 


Para identificarla debían utilizar “Jugo de mandrágora”, que no era otra cosa que una disolución alcohólica de fenolftaleína.


Para ello disponían de tubos de ensayo y pipetas. En los tubos debían hacer las mezclas con los distintos humores (disoluciones) y el jugo de mandrágora (indicador). En el momento en que la disolución viraba al rosa, habían localizado la base.


Una vez encontrada la base debían identificar el ácido.


Para ello debían poner en juego sus conocimientos sobre la digestión y seleccionar cuáles de las sustancias intervienen en ésta, ya que se les indicaba que, de los humores presentes, el ácido era un jugo digestivo. Realmente era una disolución de ácido acético diluido. Además, para la detección se emplearían las propiedades de las dos sustancias presentes en la mezcla de la base: que produciría burbujeo, debido al bicarbonato y además volvería a cambiar de rosa a incoloro, por acción del NaOH.


 Tras descubrir los líquidos implicados, debían utilizar los números de los botes para resolver un acertijo.
Se debe resolver una serie de ecuaciones matemáticas simples para las que necesitan los números de los matraces que contenían el ácido y la base.
Con estas soluciones se obtiene una serie de números que se transforman en letras a través de una clave que se le suministra.


El resultado final es un elemento químico, el flúor. La llave para salir del laboratorio estaba escondida en el flúor. Deben buscar entre las distintas tablas periódicas del aula para encontrarla y salir por fin del laboratorio.

Esta actividad ha gustado muchísimo a nuestros alumnos. De manera lúdica se ha trabajado con ellos el concepto de ácido base, los indicadores, conceptos relacionados con la digestión, operaciones matemáticas y la tabla periódica. Se ha mostrado también a los alumnos de los colegios que han venido a visitarnos con igual éxito.











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